En la solitaria y dolorosa noche cavilo
y descubro pensamientos que zozobran
en el espesor de mi materia gris... se hunden
y, aunque gritan alaridos, nadie los escucha.
Porque yo misma aprendo a acallarlos,
a enviarlos a mi Tártaro particular
en el que no existen réplicas,
ni eco,
sólo una vana y gran soledad donde morir,
cual río en mar de alquitrán,
espeso, denso, bruno, pesado.
Agua de tinieblas que asfixia ideas
y ahoga sentimientos
y tizna de negro allá donde transita.
Es una savia oscura que no induce a dudas
y sólo permite una salida:
el hueco vacío del ser.
Vacío, 13-9-15 abriendo abismos©
Vaya, Abriendo Abismos, qué tremendo lo que te movió a escribir esto, pero que hermoso poema salió de su truculencia. Felicidades por tu maestría. Un abrazo para ese ser maravilloso que lo creó.
ResponderEliminarQué hermoso...
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EliminarGracias, Alma-amater, a veces no sabemos la oscuridad que habita en nosotros hasta que no iluminamos el alma con las palabras.
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